Harry Potter y los personajes femeninos

Artículo de la editora: Sara Andrea Vera
Fecha de publicación: 15/08/2002

Cuando me regalaron mi primer libro de Harry Potter (el Libro IV) comencé a buscar información sobre la serie y sobre J.K. Rowling. Me interesó leer que varias personas acusaban a la escritora de ser machista, porque el protagonista de sus historias era un mago y no una bruja. Me sentí aún más intrigada al saber que la Rowling tiene una hija, por lo que me pareció extraño que no hubiera puesto a una niña como personaje principal.

Poco después encontré un reportaje al respecto en la autora británica explicaba que había elegido a un niño, entre otras razones, porque las mujeres se identifican con los personajes masculinos, pero los hombres no se identifican con los femeninos. La nota estaba complementada con la opinión de una psicóloga que confirmaba que por una cuestión cultural, las niñas se interesan y se reconocen en los personajes masculinos. No obstante, los niños se resisten a prestar interés a las historias protagonizadas por mujeres.

Por supuesto que después de leer muchas veces cada uno de los libros, pude darme cuenta de que existen personajes femeninos muy ricos e interesantes. La discusión sobre el rol de las brujas en la serie de Rowling, sin embargo, continua entre los fanáticos. Y es que una de las características de Harry Potter es que dentro del mundo mágico en que transcurre, se refleja la estructura social inglesa y de gran parte de la sociedad occidental. Es por eso que el papel de las mujeres, sus cualidades y conflictos también están representados en los distintos personajes protagonistas y secundarios.

La bruja más inteligente de la clase
Sin duda que Hermione Granger es el personaje femenino más llamativo e importante en todos los libros de Harry Potter. No sólo es su mejor amiga, sino que también es el "cerebro" del trío compuesta por ella, Harry y Ron Weasley. Hermione, como muchas chicas de su generación, tiene como meta el ser profesional. En este caso, ser la mejor bruja de su generación y, probablemente, ocupar un lugar destacado en la comunidad mágica.

Los padres de Hermione son dentistas y, seguramente, esperan que su hija sea como ellos una profesional destacada. No es exagerado decir que la niña está un poco obsesionada con rendir al máximo. Y aunque a veces pueda parecer que esta actitud es un poco divertida, refleja la realidad de muchas mujeres que, en pos de lograr destacarse en el plano intelectual y laboral, deben esforzarse el doble que sus compañeros varones. Después de todo, no existe una plena incorporación de la mujer a la sociedad, incluso en el mundo mágico. Un ejemplo de ellos es que hay menos jugadoras de Quidditch en los equipos de las casas o en cargos importantes en el Ministerio de Magia.

Sin embargo, a diferencia de las mujeres de generaciones anteriores, que debían optar por la familia o el trabajo, Hermione es una bruja del siglo XXI. Como le reprocha a sus amigos en "Harry Potter y el cáliz de fuego", puede que ellos no se hayan dado cuenta, pero ella es una chica. Por lo mismo, y pese a que no parece ser especialmente romántica, se siente fascinada con el llamativo profesor Lockhart en "Harry Potter y la cámara secreta" y por Víktor Krum en el Libro IV.

Dos brujas con caminos distintos
Un vivo contraste se produce entre dos de los personajes femeninos adultos de la serie. Por una parte, está la profesora Minerva McGonagall y, por otra, Molly Weasley, la madre de Ron. La primera es varios años mayor que la segunda; no obstante es la que tiene el papel menos "tradicional" de ambas. Mientras la señora Weasley se dedica a cuidar su casa y su familia, la profesora McGonagall es la Directora Asistente de Hogwarts y maestra de la clase de Transfiguración.

A diferencia de Hermione, la personalidad de McGonagall parece ser producto de una época más antigua, en la que una bruja debía ser rígida para tener una carrera. Aunque no es posible afirmarlo, los libros dejan entrever que Minerva nunca se casó. Parece estar dedicada completamente a su trabajo y rechaza toda muestra de indisciplina o relajo. Tampoco es proclive a demostrar sus emociones o sentimientos, lo que podría ser interpretado como un signo de debilidad. En cierta forma, la profesora McGonagall es un reflejo de cómo sería Hermione de haber vivido unas décadas atrás.

Por otro lado está Molly Weasley. En el Libro IV se da a entender que alguna vez fue activa en la lucha contra Lord Voldemort. De hecho, el profesor Dumbledore parece confiar mucho en ella y conocerla bien. Sin embargo, durante muchos años la única preocupación de Molly parece haber sido criar niños ¡siete en total!. Ella representa la madre que Harry quisiera tener. Pero, a pesar del cariño que la mayoría de los fanáticos sienten por la señora Weasley, ha sido criticada por dar una imagen demasiado atrasada del rol femenino. Pero aunque eso es verdad, no hace más que reflejar la realidad. Por lo tanto, los reclamos no deberían ir contra Rowling sino contra la sociedad que limita las posibilidades femeninas. ¿O no?